A finales del siglo XVI, Europa se encontraba convulsionada por grandes cambios, privaban los ideales del Renacimiento, pero continuaban sujetos a valores medievales. Los descubrimientos de Copérnico revelaron que el Sol es el centro de un sistema solar y los viajes de Marco Polo estimularon la búsqueda de nuevas rutas comerciales. En España finalizó la ocupación de los árabes con la expulsión de los moros de Granada, se publicó la primera Gramática y se unificó la lengua española.
La conquista del Nuevo Mundo fue uno de los acontecimientos que sirvió de inspiración para los poetas.
Los diarios de viajes.
Al parecer, era una práctica generalizada que descubridores y conquistadores realizaran un diario, es relevante el de los viajes de Cristóbal Colón.
Los diarios de Colón describen el Nuevo Mundo como un edén maravilloso. Esta imagen de paraíso terrenal se ve enriquecida con la descripción de los indios a quienes perfila como seres sencillos y virtuosos (imagen del buen salvaje). Habla de la hermosura de sus cuerpos y la dulzura de sus caras y miradas, lo que le hace confiar en su pronta conversión, tema que estimula la llegada de los misioneros.
¿Como llego el Barroco a América?
El barroco vino al continente Americano por medio de los españoles; por lo que hizo que este alcanzara su mayor expresión durante el siglo XVIII, al mezclarse con los diversos aportes indígenas. Esta mezcla da origen a un estilo muy característico que ayuda a enriquecer las fachadas de los edificios debido a su decoración; denominándose como estilo Ultrabarroco. Este estilo se hizo totalmente americano al incorporar lo natural a los diversos elementos decorativos de cada región.
Se desarrolló de manera más resaltante en México; de ser una imitación del estilo español, se convirtió en un estilo propio, aportando nuevos elementos característicos del indígena, con lo que el barroco se tornó un barroco hispano-indígena.
Las civilizaciones indígenas más importantes del continente americano, como los mayas, incas y aztecas, se ven influenciadas por los españoles, a su llegada al continente. Es por eso que México y Guatemala se consideran como lugares importantes donde se desarrolla con mayor importancia este estilo.
El Barroco
Se designa Barroco al movimiento artístico surgido en Europa en el siglo XVII, caracterizado por la exageración ornamental. Su nombre deriva del vocablo "verruca" o "berrueco", que significa "perla irregular", deforme o recargado.
Características
La nueva visión del cosmos condujo a un desequilibrio que se reflejó en las líneas oscilantes de la plástica,
el retorcimiento y la utilización de distintos relieves y volúmenes que generan claroscuros.
En la literatura, las características principales son la la importancia del adorno, abundancia de elementos que buscan impresionar, rebuscamiento y complejidad de forma y fondo, creación de contrastes entre lo serio y lo vano, lo bello y lo feo, lo ideal y lo real, y cierta tendencia a embellecer la realidad vulgar con vocabulario enriquecido con expresiones latinas. El desencanto se traduce en el uso de la sátira y la predilección por la evasión y la oscuridad.
El Barroco en América
En el Nuevo Mundo, el Barroco adquirió características propias: incorporó elementos americanos, tales como un lenguaje enriquecido con expresiones del habla local, la exaltación y vitalidad de lo nuevo, imágenes verbales, descripciones artificiosas y metafóricas con comparaciones de materiales preciosos.
Los géneros literarios más cultivados durante esta época fueron la poesía lírica y satírica, el ensayo y el teatro.
Arquitectura
En el Nuevo Mundo, el Barroco adquirió características propias: incorporó elementos americanos, tales como un lenguaje enriquecido con expresiones del habla local, la exaltación y vitalidad de lo nuevo, imágenes verbales, descripciones artificiosas y metafóricas con comparaciones de materiales preciosos.
Los géneros literarios más cultivados durante esta época fueron la poesía lírica y satírica, el ensayo y el teatro.
Arquitectura
Las primeras construcciones que se originaron en América, fueron las que recogían formas renacentistas, pero se mezclaron con los gustos indígenas y dieron origen a una arquitectura característica del lugar. Así mismo fueron entrando al continente americano diversos estilos artísticos viéndose cada uno de ellos influenciado, ya que se desarrollaron de una manera muy distinta que en Europa.
La pintura trata de seguir las tendencias españolas de una manera más fuerte que la arquitectura. Entre los colores más utilizados se encuentra el pardo, el cual fue puesto de moda por los tenebristas. Dicho estilo destaca de gran manera en las composiciones pero con las variaciones de la poca importancia de la luz por lo que no se llegaron a mover las figuras, al igual que no se realizaron perspectivas aéreas. Las mezclas de las técnicas del renacimiento con el barroco fueron hechas por los pintores coloniales. De la misma manera se podía observar en un mismo cuadro composiciones estructuradas en un primer plano con líneas verticales y horizontales muy características del renacimiento y en un segundo plano nubes o diversas figuras con movimientos oblicuos las cuales buscan espacios más allá del marco, que era muy típico del barroco.
Escultura
La escultura de dicho período es mucho menos importante que la arquitectura, ya que la mayoría de las estatuas encontradas en las iglesias eran traídas de España, específicamente de la escuela de Sevilla, por lo que influyó de gran manera en el arte colonial americano. A pesar de esto se produjeron diversas tallas de madera policromadas con influencia andaluza, pero con innovaciones indígenas. En México la escultura es muy pobre prácticamente hasta el siglo XVIII, en el cual aparece en Puebla un grupo de escultores encabezados principalmente por Villegas Cora.
Por otro lado en Perú, al igual que en Ecuador, se efectuó una mejor muestra de escultura barroca americana, debido a que su escuela envía a diversos virreinatos estatuas de gran importancia. A pesar de que dicha escuela, se repite estilos andaluces, creando un nuevo tipo de inmaculada pisando una serpiente.
Autores del Barroco en América
- Sor Juana Inés de la Cruz
(Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 - Ciudad de México, id., 1695) Escritora mexicana. Fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.
Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.
Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.
Obras importantes:
Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, sor Juana Inés de la Cruz (1689),Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700).
Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.
Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.
Obras importantes:
Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, sor Juana Inés de la Cruz (1689),Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700).
Detente sombra
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
Esta tarde, mi bien
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste:
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu inquietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.
- Bernardo de Balbuena
Nacido en Valdepeñas (España) fue traído por su padre a México, donde éste residía. Balbuena tenía por entonces sólo dos años de edad ; en consecuencia , su educación fue, de pleno, americana. Sus experiencias llevan el sello – casi exclu- yente – de quien deposita sus energías en alcanzar cargos relevantes y en dar rienda a su vocación literaria en medio del ambiente de la corte.
Recibe premios en certámenes de honor y abraza – nombrado por el rey, en 1619 –, la jerarquía de Obispo de Puerto Rico. Es evidente que para esto debía contar con una eximia preparación cultural que, de hecho, tenía: al margen de otros estudios importantes, se doctoró en Teología en la Universidad de Sigüenza.
Hay en sus escritos una delicadeza de estilo y una claridad de conceptos propios de un autor que, como precursor del barroco americano , expone , a la vez, moderación y riqueza expresiva, a lo que suma una gran originalidad.
La principal contribución de la América española al barroco – en literatura – llegó a través de Bernardo de Balbuena.
Pedro Henríquez Ureña afirma: “Balbuena representa en la literatura española una manera nueva e independiente del barroquismo, la porción de América en el momento central de la espléndida poesía barroca, cuando florecían Góngora y Quevedo. Su barroquismo no es complicación de conceptos ni complicación de imágenes, sino, profusión de adornos, con estructura clara del concepto y la imagen , como los altares 169 barrocos de las iglesias de México: aquí sí existe curiosa coincidencia. Su imaginación inventa poco y se contenta con manejar los materiales que le da el estilo poético español de su tiempo, con sus tradiciones latinas e italianas; pero cuando inventa no es inferior a ninguna”.
Obras importantes:
Entre sus obras, cabe mencionar El Bernardo o la Victoria de Roncesvalles , un poema épico culto; El siglo de Oro en las Selvas de Erifile, novela pastoril en que imita la Arcadia, del escritor italiano Sannazaro, y en la cual se observa una exaltación de la naturaleza de la Nueva España, y Grandeza Mexicana,composición escrita en verso.
Grandeza Mexicana (fragmento)
¿Pues qué diré de la hermosura y brío,
Gracia, donaire, discreción y aseo,
Altivez, compostura y atavío
De las damas da este alto coliseo,
Nata del mundo, flor de la belleza
Cumplida perfección, sino del deseo,
Su afable trato, su real grandeza,
Su grave honestidad, su compostura,
Templada con suave y gran llaneza?
Lo menos de su ser es la hermosura,
Pudiendo Venus mendigarla dellas
En gracia, en talle, en rostro, en apostura.
Cuantas rosas abril, el cielo estrellas,
Chipre azucenas, el verano flores,
Aquí se crían y gozan damas bellas.
Estos son de sus bienes los mayores,
Y ellas en discreción y cortesía
El esmero del mundo y sus primores.
La india marfil, la Arabia olores cría,
Hierro Vizcaya, las Dalmacia oro,
Plata el Pirú, el Maluco especiería,
Seda el Japón, el mar del Sur tesoro
De ricas perlas, cácares la China,
Púrpura Tiro, y dátiles el moro,
México hermosura peregrina,
Y altísimos ingenios de gran vuelo,
Por fuerza de astros o virtud divina;
Al fin, si es la beldad parte del cielo,
México puede ser cielo del mundo,
pues cría la mayor que goza el suelo,
¡Oh ciudad rica, pueblo sin segundo,
Más lleno de tesoros y bellezas
Que de peces y arena el mar profundo!
Perdido ando, señora, entre la gente...
Perdido ando, señora, entre la gente
Sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida:
Sin vos porque de mí no sois servida,
Sin mí porque con vos no estoy presente;
Sin ser porque del ser estando ausente
No hay cosa que del ser no me despida;
Sin Dios porque mi alma a Dios olvida
Por contemplar en vos continuamente;
Sin vida porque ausente de su alma
Nadie vive, y si ya no estoy difunto
Es en fe de esperar vuestra venida.
¡Oh bellos ojos, luz preciosa y alma,
Volved a mirarme, volveréisme al punto
A vos, a mí, a mi ser, mi dios, mi vida!
- Sor Juana de Maldonado y Paz (1598-1666)
Escritora. Nació en Antigua Guatemala. Fue monja del Convento de Concepción en la época de la colonia.
Entre sus libros se encuentra Entretenimiento en Obsequio de la Guída a Egicto. Se le atribuye ser la primera poetisa y dramaturga colonial de Guatemala y Centroamérica. Un importante estudio sobre su vida y obra fue hecho por la doctora Luz Méndez de la Vega, titulado La amada perseguida Sor Juana de Maldonado y Paz, en el cual la escritora anota: "Mujer excepcional, primera poetisa y dramaturga centroamericana, la guatemalteca Sor Juana de Maldonado y Paz o Sor Juana de La Concepción (1598-1666), desde muy joven, fue injustamente mucho más perseguida que amada. Su extraordinaria belleza y talento, así como su privilegiada posición social, como hija del Oidor don Juan de Maldonado y Paz, la hizo centro de envidias, de intrigas y de escándalos, fomentados por las grandes rivalidades sociales, políticas y religiosas que dividían en bandos a todos los pobladores y en especial a las principales familias de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala -hoy Antigua- entonces centro del Reino que comprendía toda la región centroamericana". Y en otra parte, Méndez de la Vega añade: "Aunque pudiera parecer poco actual preocuparse de la sencilla obra de esta casi olvidada monja cuando en Guatemala tenemos abundante y buena literatura, con varios autores de fama internacional y hasta un Premio Nobel literario y aunque, además, parezca poco importante el Entretenimiento en Obsequio de la Guída a Egicto -que intento rescatar, como del siglo XVII y de Sor Juana de Maldonado y Paz- es evidente su valor literario, por ser una de las primeras obras dramáticas de esa época y, en particular, porque su escenario es la antigua capital de Guatemala y ser la única obra justificadamente atribuible a esta primera poetisa y dramaturga colonial nuestra y, por lo tanto, centroamericana".
- Juan Rodríguez Juárez
(1675-1728) Pintor representativo del arte barroco en el virreinato de nueva España, autor de obras temáticas religiosas y de retratos. Entre sus obras se destacan los retratos del arzobispo José de Lan ciego Fernando de alencastre, duque de linares y los lienzos de la adoración de los reyes de la asunción (1726) su producción manifiesta aún más el paso del tenebrismo del XVII a los estilos del barroco tardío y el rococó.1 De sus obras más tempranas puede observarse la continuidad de la escuela novohispana iniciada por su abuelo en donde prevalecen la precisión del dibujo, el manejo del claroscuro, la solidez de las figuras y la convincente factura de las telas
Los tonos rojos y ocres de Cristo y el Padre contrastan con los anteriores concretando un equilibrio cromático y enmarcando la figura de la virgen.